Bueno, pues como lo prometido es deuda, ahí va lo que aconteció el sábado por la tarde, en que se puso en marcha un dispositivo para ir a sacar de un embrollo a este servidor.
Ese día a poco más de media mañana, mas o menos entre las 12:30 y la 1, nos acercamos mi familia y yo hasta la nave del evento, para ver si alguien se animaba a hacer la ruta verde. La fácil. Nada de la roja ni la azul. Ya me habían prevenido de los cruces con las otras dos, que tuviera cuidado que me podía confundir ya que se solapaban en algunos puntos y podía continuar por la que no era. Así que meto las rutas en el montana y avanzamos sin problemas. También las tenía en el IGN del móvil, pero para andar por el monte me fío más de los satélites que de los datos de movistar.
Allí no quedaba casi nadie. Algún coche aparcado, pero muy poco movimiento. Imaginé que el personal andaría por el monte, o de visitas por el Bierzo, así que tiramos en el sentido marcado de la ruta, y vamos circulando por pistas que no presentan complicación alguna. Quizás un par de pozas, unas piedras, unas rodadas, pero nada del otro mundo:
Así, avanzando, vamos ganando altura. Nos encontramos con unos que iban en sentido contrario:
"Vais mal, es al revés"
"no, que estamos haciendo la verde"
"Ah, vale, entonces vais bien"
"Que tal está por ahí arriba"
"Nada, sin problema"
"Ok, buena ruta, entonces"
"Vale, adiós"
Seguimos la ruta por pistas forestales en las que nos cruzamos hasta con un par de turismos. Uno era una partner, y el otro no me acuerdo, pero sí que era más bajo, aún. Vamos, una autovía:
Continuamos hacia Foncebadón. Nos encontramos con más gente (era un grupo de unos 3 coches, o 4. Uno de ellos era Gus, y estaban echando un "pinchín", como se dice en León). seguimos y poco más tardamos en llegar al pueblo. Parada para tomar un refrigerio y comer una tapa. Acto seguido decidimos continuar sin dar la vuelta. Estamos a mitad de camino y tanto nos da seguir por un lado como por el otro. Parada en la Cruz de Ferro para la foto pertinente:
Adelante pues. Seguimos por la carretera. Un poco más allá de Manjarín la ruta se interna en el monte. Otra vez a las pistas. Esta zona eran pinares y estaban los caminos más embarrados, pero nada del otro mundo. Roderas más marcadas y ya está. Entonces es cuando la ruta comienza una bajada que se va poniendo más píndia por momentos. Poca traza de paso. Alguna rodera pero poca. Pienso: "por aquí no ha venido mucha gente". Bueno, pues que aquello ya se va poniendo más y más empinado. Algo empieza a oler mal. Compruebo el gps y efectivamente estamos en el track. Bueno, pues si el track va por aquí, pues por aquí será. No tengo que dar vuelta y subir, así que ya llegaré al otro lado. Con tranquilidad, que es la fácil...
Como a más de medio km bajando..... ¡¡Oh, shit!! (con perdón). El paso está cortado por la maleza. No puedo seguir. Mecagontoloquesemenea..... Pero si estamos en el track, se supone que se ha recorrido antes..... Pues no. Bueno. Intento dar la vuelta. Desisto porque la inclinación es considerable, el defe no tiene llantas desplazadas, y es alto como los morenos de la NBA. Mando bajar a la familia, e intento retroceder... JA!!... Las ruedas que llevo, hasta foncebadón son óptimas, en esta ratonera no, y lo que consigo es escarbar la poca tierra húmeda mezclada con hojas que hay encima de una capa de guijarros. El coche patina y baja más. Mi niña se pone nerviosa y rompe a llorar. Presa del pánico quiere que me baje del coche, como sea, pero que me baje. El enano, más pequeño, se contagia al ver a su hermana y también llora. La niña le insiste a su madre que quiere que me baje ya, que no quiere tener que llevarme flores el año que viene. Por difuntos.
Puede parecer una exageración, pero son niños, y todo lo multiplican por mil, sobre todo las emociones.
Me bajo, y los tranquilizo. Y me rindo a la evidencia de que no salgo de allí sólo. Y miro para arriba, y aquello me parecía más empinado que los trampolines de los saltos de esquí. No creo que aún dándole la vuelta al defe pueda salir cuesta arriba. Ya se me pasa por la cabeza hasta que venga una excavadora o un tractor para que me saque, tal era la negrura que tenía en la cabeza. Vale, voy a avisar al grupo de rescate. Doy el SOS, y automáticamente se inicia todo un proceso increíble. Empiezan a contactar conmigo por wasap, que mande ubicación, que bajemos que ya vienen, que como está la cosa.... Mis niños ya están más tranquilos. Les digo que no se preocupen. Vienen 6 coches para sacarnos de allí. A nosotros y a Antón. Incluso hay uno más que con el afán de venir al rescate, se queda sin gasoil....
. Entre claroscuros de cobertura del móvil, me llaman, es Gus. Bueno. Todo está en marcha. Los que vienen saben detrás de lo que andan.
*Sigo en otro post. No sé porqué pero no me deja seguir añadiendo adjuntos en este. Y eso que los he reducido considerablemente*