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El Consejo Comarcal del Matarraña instalará durante los próximos días señales de control de velocidad en las vías rurales del territorio. El objetivo de la instalación de estos indicadores es recordar a los conductores de vehículos de motor, especialmente motocicletas y quads, que la máxima velocidad permitida en las vías rurales es de 30 kilómetros por hora.

De esta manera, la Comarca del Matarraña pretende contribuir al mantenimiento de los caminos rurales de este territorio, que se ven enormemente deteriorados cuando soportan gran tránsito de vehículos a una velocidad no permitida. También ayudará a la seguridad de conductores y peatones y a la conservación del medio natural.

Para ello, la institución comarcal se ha puesto en contacto con la Subdelegación del Gobierno en Teruel, para que el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) vele por el cumplimiento de la legislación.

Por otra parte, y para recordar a la ciudadanía las normas de circulación en las vías rurales, el consejo comarcal ha iniciado una campaña informativa, dirigida a los ciudadanos, en la que se les recuerda la obligatoriedad de conducir a menos de 30 kilómetros por hora.

En ella, indica también que las concentraciones o excursiones de más de cinco vehículos a motor por los caminos rurales deben estar autorizadas por la Subdelegación del Gobierno y por los ayuntamientos titulares del término municipal que se vaya a atravesar.

Este proyecto comenzó a gestarse el pasado verano a raíz de los múltiples incendios que sufrió todo el territorio español. “Queremos dejar claro la velocidad a la que hay que circular por estas vías y, de paso, vamos a colocar indicadores de riesgos de incendio y de la prohibición de ensuciar la naturaleza”, remarcó el presidente de la delimitación comarcal, José Román Roda.

Estos carteles se colocarán en las principales pistas forestales, es decir, aquellas que sirven para comunicar municipios. En el resto “no vamos a cortar el paso, pero sí indicaremos que son accesos a fincas privadas sin salida. Eso dificultará que alguien se pierda si le sorprende un incendio”.

Y es que, ante las duras normativas de otras regiones sobre circulación por caminos, el Matarraña ha sufrido un incremento de aficionados a los paseos por el monte con vehículos a motor. “No les vamos a prohibir que vengan pero que sean respetuosos”, sentenció Roda.