Día 7 de noviembre, Oudane tercer campamento, 420 Km. Cumpleaños de mi copi.
Nos levantamos como siempre al amanecer, desayunamos en los jardines del albergue, la verdad que el desayuno normalito pero el sitio muy chulo. Añadir además que el dueño se ha tomado interés, y este año ha cambiado vajilla y menaje. Para lo que es la zona, bien, muy lejos de la abuela, pero bien.
Empezamos a realizar kilómetros por la pista. Chapa, mucha chapa, (toulè ondulè), los tres coches íbamos bastante separados sólo al alcance de emisora en muchos momentos. Mi Defender en trasera se iba en todas las curvas, no sé cómo la noche anterior le pude dar tanta guerra. Llegamos a Atar y lo primero fue localizar el fuelle de Julio. Entramos en una tienda y nos venden uno de marca paralela que en teoría vale. Gus está con la mosca detrás de la oreja por el diámetro del fuelle y también por la cantidad de moscas que había, más o menos las que habíamos dejado dos días antes. Elegimos un taller donde cambiarlo, después de dar algunas vueltas para seleccionarlo entre la gran variedad de servicios oficiales que tiene la ciudad y elegimos uno grande bien equipado, espero que pongan alguna foto. Estamos esperando unos minutos y los que estaban allí a su bola como si no estuviéramos, no llego nunca a entender esa mentalidad, es donde estamos. Al cabo de no menos de 15 o 20 minutos, no vemos futuro ahí, decidimos seguir marcha a buscar otro.
Después de peinar la ciudad, cada coche por su cuenta, no encontramos ninguno, paramos a un lugareño y le pregunta mi copi, el hombre nos da explicaciones y decide acompañarnos, Sergio pasa la parte trasera entre cajas, agua, macutos, etc. Llegamos a donde nos recomendaba, sorpresa, el mismo que habíamos dejado. Le decimos que muchas gracias, lo llevamos hasta donde lo habíamos recogido y seguimos ruta.
Nuestro destino era Akjoujt a 185 Km. de Atar punto de encuentro con el resto del equipo que venía de Nouachoft.
Carretera y manta, llegamos sobre las 18:35, llenamos combustible de nuevo y localizamos un taller y tienda de repuestos todo junto. Se ponen Gus y Adri con el tema, primer problema una llave de vaso, creo que de 36, al final el dueño del taller la localiza de otro y se la trae un machaca. Empieza la operación el resto realizábamos operaciones varias hasta que una vez desmontado, costó bastante el tema, nos metimos a colaborar en lo posible.
Las condiciones no eran muy buenas, nunca fueron buenas. En todas las reparaciones estaba presente nuestra amiga la arena y el polvo que junto con el viento que hay en la zona…
Siempre que vaciábamos aceite, había que poner grasa, etc llevábamos un cuidado exquisito, pero ya se sabe. En más de una ocasión reutilizamos los líquidos vaciados, porque la frase de Gus, “hay que quitar la tapa”, de la transfer, la tengo grabada a fuego.
Ahí se vio que el retén comprado en Atar, aparte de caro no valía, daños colaterales que dirían los militares. Nos sacan un retén que parece que vale, de todas formas se podía devolver, estábamos tirados en la puerta. Después de unos problemas con las abrazaderas, ponerle grasa en exceso y luego retirar, etc. se monta el conjunto y como nuevo, a circular.
Contacto por teléfono con Beni en dos ocasiones y como iban un poco retrasados, le damos un WPT de referencia y que acamparíamos por esa zona más o menos. Las instrucciones eran que llegados al WPT llamaran por la emisora para indicarles zona exacta.
Ya entrada la noche salimos de Akjoujt, eran las 21:40, un tramo de carretera y ruta nocturna asegurada de nuevo, unos 60 Km., quedaban al punto previsto de acampada.
Nada más salir del pueblo, paramos por un problema de ruido en el coche de Julio, no habíamos hecho ni dos kilómetros. No recuerdo que era, creo que un roce de chapa al montar el fuelle, se soluciona en poco tiempo y a seguir.
Seguimos por carretera unos pocos kilómetros más hasta que giramos a izquierda y nos metemos en pista. La pista era muy ancha, era como un túnel, con frondosos árboles a los lados, de nuevo el efecto visual de los led. Pasamos el WPT de llegada y nos ponemos a buscar un punto alejado de la teórica pista, al día siguiente veremos de lo que se trata realmente.
Hacemos los típicos aquí si aquí no, hasta que en una explanada grande entre dos dunas digo, “me quedo aquí”, mano de santo, vinieron todos los coches, bueno Julio y Gus no había mas, montamos campamento.
Lo primero es sacar el despliegue de mesas, sillas, luces, etc. Pregunta Gus,” ¿Empezamos y dentro de un rato paramos y cenamos?”, le digo que no, que primero cenamos, por dos razones, la hora que era y porque no habían llegado los repuestos, no sabíamos si podía ocurrir algo y mi coche de momento podía ir a cualquier sitio, una vez abierto, …
Puesto el despliegue de medios, con las discretas luces de campamento, la fauna aérea y terrestre que empezó a llegar fue acojonante. Todo tipo de bichos voladores, escarabajos y arañas grandes con mala pinta que algún experto decía que eran inofensivas pero sin convicción.
Algunos no querían ni pensar en la idea de tirarse al suelo con esa fauna, que se lo digan a Adri.
Durante la cena comentarios de lo que nos queda por hacer, yo preocupado por si había algún imprevisto al montar o se nos escapaba algún repuesto que no llevábamos. Empezamos de nuevo los 6 con la peligrosa operación de levantar el Defender casi hasta el final del gato, enseguida coche calzado con dos ruedas debajo y los dos gatos en el paragolpes.
Yo me pongo a desmontar el morro de cerdo, el resto soltando tronillos de las bolas para separar los palieres. En esas estábamos cuando llegaron Roger, Paco y compañía con los repuestos.
Las noticias al llegar respecto al coche de Paco no eran buenas, aunque nos la habían dicho por teléfono, solo le habían fijado con taladros el viscoso, era nuevo y la chapuza no dio el resultado esperado, ni siquiera pasó al regreso de Dakla, antigua Villa Cisneros. Roger si tenía plenamente operativo su coche al cambiarle los pivotes de la rueda del golpe al salirse de pista. Llegaron cansados de los días de reparaciones, el enlace de carretera que hicieron hasta llegar allí y sobre todo porque no había continuidad de viaje con el coche en esas condiciones.
A partir de ahí empezó un debate sobre si el engendro que estábamos montando entraba o no en la carcasa de mi eje. Iban pasando las horas y sobre las dos de la madrugada se empieza el montaje de rodamientos, piñón corona prestado por Roger y diferencial de cuatro pines que llevaba Gus.
Después de ciertas vicisitudes, sobre las cuatro se termina de montar, era el momento de la verdad. Nos tiramos Gus y yo al suelo para recibir el morro que nos lo pasaba Adri, a la de tres arriba y sorpresa, no entra. Lo intentamos un par de veces más pero nada.
Para mí fue un jarro de agua fría, pero pequeño. Después de ver al equipo como se había montado y ajustado, estaba convencido de que eso entraba. Gus dice o repasamos las tuercas de ajuste o repasamos la carcasa de la cañonera. Como doliente del tema le digo sin dudarlo, la cañonera. Ni 30 segundos, Gus saca una Dremel neumática, Defender en marcha y compresor puesto, a lijar. El escandalo era importante, a esas horas quedábamos las dos tripulaciones nada más, el resto se habían ido retirando indicándonos que en caso de necesidad no dudáramos en llamarlos.
Se lija, se hacen varios intentos y por fin entra. Se saca de nuevo, toca limpiar la viruta de hierro, que mezclada con el aceite de las paredes de la carcasa hacia que la operación no fuera fácil. Limpio escrupulosamente el hueco, sale mucha limadura. Silicona de juntas y diferencial nuevamente a su sitio, apriete de tornillos, presentación de los palieres para que no entrara arena por los extremos de la cañonera aunque estaban protegidas con trapos. Para esa hora mi copi había caído frito delante nuestra en una silla, un día de cumpleaños con muchas experiencias que revientan a cualquiera. A las 6:00, con el material medianamente recogido en los coches por si acaso, nos hacemos un selfie, Adri Gus y yo con unas caras sonrientes, unas expresiones que creo serán inolvidables.
Al Yawará estaba casi listo, quedaban pequeños flecos, pero eso para el día siguiente bueno para dentro de un par de horas, nos fuimos a las tiendas, yo no tenía sueño, iba a mil pero al rato teníamos que empezar la ruta y había que intentar descansar.
Mañana etapa descanso.