Gus, te envío unos comentarios de nuestro organizador del viaje a Argelia en 2008, puede que te sea algo de ayuda.
Te enviaré nuestro recorrido que fue solo con guias contratados, no hubo escolta ni de policias ni militares.
Aconsejo un recorrido hacia el sur y oeste , dirección Marruecos, muy interesante y quizás menos riesgo que ir hacia Libia donde pueden haber milicias rebeldes armadas descontroladas.
DATOS Y COMENTARIOS ARGELIA 2010
AGENCIA.-
Como ya es sabido, las autoridades argelinas exigen a los turistas que van al sur del país contratar una agencia de viajes argelina que se responsabilice de ellos, y que el viaje a cuyo itinerario dan la aprobación se cumpla realmente. Así se evita que algunos turistas se pierdan, cosa frecuente hace unos años, que circulen por zonas ahora prohibidas por el terrorismo o contrabando, y que se expolie el patrimonio natural y arqueológico argelino. No tengo fuentes fidedignas que me permitan suponer otros motivos
Nosotros lo hemos hecho con la agencia TAKROM, sita en Adrar, a cuyo dueño y gerente, Hamdi Barka, conocí en mis viajes de 1993. Una laboriosa correspondencia previa nos llevó a pergeñar un itinerario satisfactorio para nosotros y factible para él.
La mecánica del proceso es más o menos la siguiente:
Acordar con la agencia el itinerario, fechas, duración, inclusión o no de hoteles o albergues, número de personas y vehículos, etc.
Llegado el acuerdo, la agencia envía un presupuesto (“cotattion”), un contrato y un boletín de compromiso para rellenar con los datos personales de cada uno de los componentes de la expedición. Aceptado el presupuesto y firmado el contrato, todo vía Internet, se paga un 30% aproximadamente del total vía Western Union, y la agencia devuelve unos “certificados de inscripción” que habrá que presentar en el consulado para obtener el visado. El 70% restante se paga ya en Argelia. Nosotros lo hicimos a nuestra llegada a Adrar, una semana después del desembarco y realizada la primera parte del viaje.
El presupuesto se elabora en función del número de días de viaje desde el desembarco hasta el embarque, del número de vehículos y del número de personas, diferenciando conductores de acompañantes; incluye un vehículo de la agencia con dos personas durante todo el viaje, una de las cuales asiste en los trámites fronterizos. En nuestro caso la requirieron en el desembarco, en la primera ventanilla, la de la policía, al manifestar que íbamos al Sáhara. Y ya nos acompañó en la inspección aduanera y la contratación del seguro del vehículo.
Nuestro presupuesto, para 26 días, siete personas y cuatro vehículos, fue de 5415 €, sin incluir el combustible del vehículo suyo, que se liquidaría aparte, y que no fue motivo de regateo, sino más bien un pecata minuta que se resolvió a la baja, a nuestro favor.
CONSULADO
Hay en Madrid y Alicante, que se reparten las peticiones según la residencia del solicitante. En Andalucía nos corresponde el de Alicante. Tienen página web.
Requisitos para el visado: Pasaporte; impreso firmado con foto de carné; seguro de viaje que incluya explícitamente la repatriación desde Argelia; boletín de inscripción que remitió la agencia de viajes y 60 €; hay que ser meticuloso y cuidadoso en el relleno de papeles, porque no devuelven el dinero en caso de denegación.
Exigen el envío de la documentación por mensajería (MRW en nuestro caso, la que estaba más cerca de mi casa; cobran por el envío y por “tramitación”: comprobar que los papeles están en regla y no falta nada). El dinero se envía por giro postal, con indicación de las personas solicitantes.
BARCO
Supongo conocido de todos los foreros que las fronteras terrestres entre Marruecos y Argelia llevan cerradas unos años, de modo que está vedado el antiguo camino por Ceuta o Melilla, que nos venía muy bien a los que vivimos por el Sur de la Península
Fuera de la temporada veraniega solo hay servicios marítimos entre Almería – Gazaouet (solo un servicio semanal), y Alicante – Orán, con dos semanales. Elegimos este segundo por conveniencia de fechas.
La naviera es la estatal argelina, representada en Alicante por ROMEU Y CÍA. Tienen página web. Los billetes se reservan por fax y la confirmación y el pago se efectúan en las ventanillas del puerto el mismo día de la salida. En nuestro caso había una aglomeración enorme de argelinos con una inusitada cantidad de equipaje, que parecía que iba a abarrotar el barco, y unas colas terroríficas cuando abrieron las ventanillas; nuestros temores de quedarnos fuera resultaron infundados. La hora de salida es puramente indicativa: prevista para las siete de la tarde, zarpamos a las 23 h., cuando entró el último pasajero de a pie y su abultado equipaje. Los que hayan hecho el paso a Marruecos por Ceuta y hayan visto como van los rifeños, sobre todo ellas, podrán hacerse una idea.
Precio para un vehículo y dos personas, en butaca, ida y vuelta: 578 €. Hay suplementos para camarotes de dos plazas y literas de cuatro. Creo que el camarote merece la pena, pues además incluye la cena y el desayuno.
Por adelantar el billete del 12 al 9 cobran 10 euros por persona y otros tantos por vehículo
Del barco, TASSILI II, como cateto del mar que soy, solo puedo decir que me resultó nuevecito y limpio, construido en Sevilla hace pocos años, y algo laberíntico. No conseguí encontrar el autoservicio para tomarme un cafelito por la mañana, y los departamentos con butacas había que buscarlos en plan Sherlock Holmes.
Las esperas a la vuelta se hicieron eternas; empezamos por la ventanilla de la naviera a las dos de la tarde, después policía y aduana (¿una hora?) y cinco horas haciendo cola en el muelle esperando que llegara el barco, descargara 300 vehículos de emigrantes que venían a pasar la fiesta del cordero, lo limpiaran y lo abastecieran, y por fin a las ocho de la tarde empezamos a embarcar, para zarpar a las diez o las once. Tampoco había que tener prisa: el barco dio un rodeo y esperó a las 8 de la mañana para entrar en el puerto de Alicante.
FRONTERAS
Entrada.
Como es de esperar cuando del barco salen al mismo tiempo cien o doscientos vehículos con sus pasajeros, las colas se hacen interminables.
Control de policía: como ya he dicho más arriba, al manifestar que éramos un grupo que iba al Sáhara pidieron la presencia del responsable de la agencia, que acudió pronto y permaneció con nosotros hasta la salida del puerto.
Aduana: minuciosa y latosa. Hay que rellenar el impreso de importación temporal del vehículo y hacer una declaración de divisas. Nosotros la hicimos por solo 200 €, y ante la mirada de sorpresa de la funcionaria alegamos que todo el viaje estaba ya pagado desde España. De esa cantidad conviene cambiar una parte importante en bancos, donde la exigen y dejan constancia del cambio, por si la piden a la salida, como así fue.
El registro e inspección del vehículo depende del funcionario que te caiga en suerte. La pregunta de rigor al ver el aspecto del coche es si llevas prismáticos y emisora, prohibidos. Negué llevarlos. No recuerdo si me preguntaron por el GPS. El registro lo calificaría de mediana profundidad, incluido el motor, donde iba mi antena, que no vio o no quiso ver. El soporte de la antena, en el capó, estaba bien visible. Los otros compañeros, que venían detrás, no tuvieron la misma suerte. Requisaron sus emisoras, que fueron devueltas sin problemas a la salida. El problema no fue grave porque llevaban de repuesto.
Seguro del vehículo: se hace a la salida de la aduana, cuando ya uno se ve, al fin, libre. 2,300 dinares por 30 días. Hamdi llevaba dinero de sobra para cambiarnos a todos, casi al mismo cambio que en el banco: 100 dinares por un euro.
Salida.
Trámites similares. Prohibido sacar del país rocas, fósiles, minerales y restos arqueológicos. Parecen muy puntillosos e insistentes con las rosas del desierto. Enseñé mi botella de agua mineral llena de arena y no puso inconveniente. Hubo varias advertencias previas por parte del personal de la agencia con un gesto muy significativo: unir las muñecas como se hace para poner las esposas. También insistieron en preguntar si habíamos comido gacela, especie protegida, y por el recorrido. Yo cité solamente Gardaia, Adrar y el Erg Occidental. Desconcierta un poco las idas y venidas de tantos agentes llevando y trayendo pasaportes y papeles y volviendo a registrar. Los pasaportes terminan devolviéndolos en la cola del barco, donde puede haber registros al azar, con perro incluido. Uno de los vehículos fue pasado por los Rayos X. Los comentarios sobre si fue una elección al azar o por la pinta del conductor sirvieron para aliviar la espera.
DESARROLLO
Durante todo el recorrido hemos llevado delante un vehículo de la agencia (Toyota nuevecito; mis compañeros podrán decir modelo y características. Yo soy lego en eso), con dos personas. En las dos primeras partes, Erg Occ., y Erg Chech, fue guía y conductor Si Daba, un hombre maduro muy baqueteado en el SW argelino. Como ayudante y compañero iba un joven encantador, Jeloul, de aspecto aniñado a sus veintitantos años, que cogió el volante de vez en cuando. Para la tercera parte, Tidikelt y Ahnet, Si Daba fue sustituido por Mohammed, residente en Aoulef y buen conocedor de la zona, que siempre fue de copiloto.
Escoltas.- Durante el recorrido nos ha parecido que se escogían los puntos de salida o vuelta al asfalto eludiendo en lo posible los controles de policía, gendarmería, militares e incluso en algún punto de los aduaneros. Creo, o creemos, que no era por ir de ilegales, sino para evitar ocasiones en que pudieran surgir pegas burocráticas de funcionarios puntillosos. Sea cual sea la causa, el hecho es que solo hemos ido escoltados a la vuelta, por el asfalto, entre Reggane y Adrar, y entre Kerzaz y Beni Ounif. (Vean el mapa Michelín). El resquemor por los inconvenientes que se pudieran derivar de ir escoltados fue infundado, en mi opinión. Hubo algún retraso mientras se organizaban, que se compensó con la velocidad a que circulábamos, la evitación de los controles por los que pasábamos y la rapidez de los relevos. Por hacerse noche cerrada, fuimos “invitados” a acampar en las afueras de Beni Abbes, en una hermosa duna a la vista de la comisaría, y vigilando nuestro sueño dos agentes en un vehículo a 200 metros y otros dos en lo alto de la duna, “escopeta” en mano. Debieron llevarse un susto morrocotudo cuando a las dos de la mañana saltó, por tercera vez en el viaje, la alarma de uno de nuestros vehículos, con sus ocupantes dentro, que no paraban de rebullirse.
El rodaje fuera de asfalto ha sido a velocidad moderada, especialmente en los tramos pedregosos. Hemos parado siempre que nos ha apetecido para fotos, paisajes y observaciones naturalísticas, que han sido muchas. Cuando los guías lo consideraron necesario hicieron indicaciones varias, sobre seguimiento estricto de sus rodadas en la arena, inflado y desinflado de ruedas y uso de marchas cortas o largas. Más adelante comentaré algo de esto en cuanto a mi aprendizaje personal. Ellos eligieron los lugares de almuerzo (entre las 12 y las 13 h.), y acampada (todavía con sol), siempre, en mi opinión, con una excelente elección. En la penúltima acampada en el Ahnet creo que no había escapatoria del viento con arena, y hubo que aguantarlo. El trato con ellos correctísimo, y amigable en su justa medida. Acampaban próximos a nosotros, no al lado, orientando su coche con respecto al viento para su fuego diario y la dormida al raso.
Puestos a buscar peros, podría citar la no elección de hoteles en las ciudades entre los tramos, pero si hubiéramos ido solos quizá habríamos tenido dificultades a las horas que llegábamos; Argelia no es Marruecos, y la oferta hotelera escasa y copada habitualmente por los petroleros. También Hamdi estimó a la baja el kilometraje de los tramos entre gasolineras, de modo que al final del erg Chech tuvimos que andar apurando reservas de unos y otros. Creemos también que Si Daba se despistó en la inmensa hamada al oeste de Gardaia, en la primera etapa, por salir del asfalto antes de tiempo y con el cielo vespertino con nublado cerrado, que le impidió guiarse por el sol. No llevan mapas ni GPS. El teléfono vía satélite estuvo bloqueado hasta la llegada a Timimún.
CLIMATOLOGÍA
Tiempo excelente durante casi todo el viaje. Temperaturas del orden de los 15ºC en los desayunos con el sol saliendo y humedades relativas del 30 – 40% a esas horas, que bajaban a lo largo del día hasta valores del veintipocos por ciento. El primer día del Erg Oc. terminamos cenando bajo una lluvia escasa y continua que duró, con breves interrupciones, hasta la mañana siguiente. Me ví obligado a montar la tienda. Los guías durmieron al raso, pero no amanecieron empapados. En la penúltima acampada en el Ahnet el viento de arena no dejó de soplar en toda la noche, como ya he dicho más arriba.
Al volver a Orán, ansiosos por coger el barco del día 9, nos encontramos con que el temporal le había impedido salir de Marsella, y hubo que esperar 24 horas. Tarde y noche inclementes, que afortunadamente sufrimos a buen recaudo en un hotel. Yo me quedé en uno “correcto” del centro, frente a la naviera, el banco nacional argelino, y un aparcamiento vigilado, lo que me permitió, antes de que me encerrara el temporal, darme un garbeo por el centro, descubrir una calle estrecha con zoco exuberante de frutas, verduras, dátiles, carnes y pescados, algún chiringuito, cerca del consulado de España, y dar un paseo por la zona céntrica, incluido un antiguo baluarte de defensa de la bahía.
COMBUSTIBLE
El suministro es monopolio de la empresa estatal NAFTAL. Precio en toda Argelia: 13’7 dinares el litro, que equivalen a 0,13 €. Una ganga que consuela de los otros gastos. Ningún problema de calidad, que yo sepa. Las gasolineras están muy espaciadas en el Sur, y solo tienen combustible, y agua del suministro público. No se espere nada más. Colas ocasionales, y que Dios ampare al que tenga que esperar que suministren varios de los inmensos camiones que prestan servicio a los petroleros. En Tsabit fueron compasivos y tras la mediación del guía nos dejaron repostar 20 litros a cada uno para poder llegar a Adrar.
DOCUMENTACIÓN
Por afición, y quizás por deformación profesional, procuro llevar en mis viajes toda la cartografía posible adecuada a la ocasión. En este caso tenía casi todo el recorrido en mapas a escala 1/200,000, editados por el IGN argelino, que compré hace años. En la actualidad no se venden al público. Los de la zona del Ahnet son geológicos, que editó hace unos años Sonatrah, la empresa nacional de petróleos. La pequeña parte del recorrido que me faltaba la completé con los rusos a escala 1/500,000, descargados de Internet.
Las imágenes de satélite de Google Earth se han convertido para mí en una riquísima fuente de información geográfica. Después de centenares de horas buscando pistas, pasos, tipos de dunas, relieve, pozos, etc., llega uno al terreno sabiéndose el itinerario posible casi de memoria. De los puntos “complicados “ me llevo una captura de pantalla en papel tamaño DIN A3, en la que dibujo paralelos y meridianos por si hay que hacer situaciones sobre el terreno.
De la literatura escrita es muy difícil hacer una selección, pues son años de lecturas sobre el tema. Para este viaje recomendé a mis compañeros que leyeran “Velos azules, tiendas rojas”, un relato de viaje de unos suizos por el Sáhara de los años cincuenta, y la novela “Beau Geste”, una intriga excelente en la que se basó la película de Gary Cooper. Ambos libros están descatalogados, pero son accesibles en librerías de ocasión.
Buscando documentación sobre el Erg Occidental encontré un trabajo de investigación sobre gacelas del Gran Erg Occidental de unas zoólogas españolas (Teresa Abáigar y Mar Cano), que trabajan en la Estación Experimental de Zonas Áridas en Almería. Me ofrecí a la Dra. Abáigar para hacer observaciones sobre el asunto a lo largo del recorrido, y espero que los datos que recogimos le sean de utilidad.
Por último, refresqué mi memoria con los informes de los reconocimientos hechos por los oficiales de las tropas coloniales francesas a principios del siglo XX, especialmente los del Capitán Fly Saint Marie, epónimo del fuerte que unos años después se construyó junto al pozo de Bou Bernous.
SANIDAD Y ALIMENTACIÓN
No ha habido, que yo sepa, diarreas, conjuntivitis ni otras dolanas propias de estos viajes, y eso que era de temer lo de “en casa del herrero…”, con seis sanitarios embarcados en el recorrido. Yo padecí una pequeña crisis de ansiedad la mañana que amanecimos en Gardaia, agobiado por las cuentas, suministros de pan y agua, combustible, etc., y agotado con los últimos días de preparación y las 24 horas de travesía por mar y tierra hasta llegar a Gardaia. El acertado diagnóstico de Rodolfo me tranquilizó y a las pocas horas disfrutaba del desierto, que era a lo que veníamos, olvidado del percance. También sufrí molestias en el empeine del pie derecho durante dos días, que, tonto de mí, porque no habíamos andado nada, atribuí a rozadura del zapato, hasta que al ducharme en el hotel de Adrar descubrí que una garrapata, bajo el calcetín, estaba empeñada en alimentarse de sangre de cristiano sahariano. Fue eliminada a las bravas y no hubo efectos secundarios.
La alimentación ha adolecido de la falta de frutas y verduras frescas; las prisas por salir pronto de las ciudades entre los tramos nos lo impidieron.
La mayoría de los componentes del grupo llevaban de aquí o compraron allí agua mineral. Yo llené mis bidones con agua del suministro público de hoteles y gasolineras, como hago habitualmente.
El grupo no ha cumplido la norma básica de reponer las reservas de agua al pasar por pozos, manantiales o gueltas. Se comprende que repugne la idea de beber directamente aguas de muy dudoso aspecto, pero llevábamos lejía dosificada para potabilizar, y siempre se pueden concatenar incidencias (averías, tormentas de arena, accidentes), que alarguen peligrosamente la llegada a lugar habitado. Los bidones de agua vacíos abandonados en la arena serán testimonio de esta temeridad.
MECÁNICA
Los vehículos han funcionado como se esperaba, y no las ha habido. Yo pinché o reventé poco después de volver al asfalto, después de 3,000 Km. de pedregales y arena. La cubierta ha ido a la basura.
DINÁMICA DEL GRUPO
Ha funcionado muy bien, salvo en los últimos días, en que se hizo evidente, en mi opinión, la necesidad de un “jefe” de experiencia demostrada y autoridad aceptada para evitar en momentos críticos la toma de decisiones “asamblearias”, que no tienen porqué ser las mejores y pueden no ser aceptadas por todos los miembros del grupo.