Era de noche, como casi siempre, dejamos el camión sobre un foso de la frontera de Kazajistán y nos dirigimos a la oficina para los sellos del pasaporte, ya podíamos adelantar el reloj 1 hora más, y ya iban 6 en total.
Esta es la única frontera que hemos pasado entre risas, parece ser que un español haciendo turismo por allí a principios de enero de por sí solo ya produce atisbos de sonrisa en los serios rostros de la policía, y después llega lo del cristal. Son tres policías sentados tras un cristal blindado, que junto con los rasgos asiáticos, a mi me recordaban a los jueces de humor amarillo y me daba bastante risa aunque trataba de reprimirla. En el suelo a 1.5m del cristal había una línea pintada y en el cristal una web cam apuntándote, en teoría la línea no se atraviesa nunca, el problema está en que a cada campo que el hombre trataba de rellenar, no sabía dónde estaba y me pedía que se lo señalara, y después me volvía a pedir que a la línea, esto se repitió en marca, modelo, nº de chasis, etc, fueron tantas idas y venidas que acabo provocando las sonrisas de todos los allí presentes, la conversación termino con un -¿Qué hacéis aquí?, -turismo, -¿turismo?, pues ahí tienes para hacer turismo je je.
La primera noche la pasamos en Oral, al día siguiente compramos tarjetas para los móviles, una bomba de agua, nos hicimos algunas fotos y partimos ya de noche dirección sur sureste, por el camino le comentaba a Patri que esa ciudad me daba buen rollo y me daba pena irme tan pronto, no sé si sería premonitorio, pero aun no sabía que tardaría poco en volver.
Cruzamos el río Ural, lo cual te sitúa en Asia, un santana 2000 made in Linares en Asia!!!, y tras conducir por una carretera medio decente google me pide que me salga por la derecha a una pista de hielo, el desvío era muy cuestionable, pero ir por esa pista de hielo/nieve para mi era un regalo de modo que seguí unos 15 min más 5ª a fondo, después la pista giraba claramente a la derecha pero el gps pedía seguir recto por mitad de la estepa, eso ya me dio respeto y decidí seguir la trazada, aunque cada vez más convencido de que terminaría dando la vuelta, avance 1km mas, y cuando estaba forzando un poco la máquina para atravesar una especie de charco de nieve, clack, camión quieto y motor a tope de vueltas, ni la caja de cambios ni el transfer estaban en neutro, tarde poco en darme cuenta de que la avería era seria, comienza la aventura dentro de la aventura.
La reparación de 2 días atrás en Rusia nos dejó con la calefacción auxiliar desconectada y con “solo” un tanque de 90l de gasoil, el cual nunca sabes el nivel de gasoil que tiene, de modo que como no sabíamos cuánto íbamos a estar allí, dormimos con motor parado y sin calefa claro. Amanecimos a -20ºC en el habitáculo, las paredes tenían escarcha, durante la noche me desperté en varias ocasiones con los pelos pegados a la pared, tuvimos que buscar en varias botellas para encontrar una que tuviese un poco de agua liquida para hacer el café. Tras desayunar, fuimos andando a un pequeño poblado que teníamos por delante a 1 km aprox.
Tardamos poco en dar con un hombre majísimo (todos lo son allí), que primero nos llevó a “hablar” (sin idiomas en común con nadie) con el dueño de un tractor, y después nos dejó a cargo de otra familia que además vivían bastante cerca de donde estábamos tirados. Estos eran antiguos kazajos nómadas que ahora vivían en un asentamiento criando caballos, además nosotros habíamos llegado el día de la matanza y había mucha gente por allí. Nos recibieron con los brazos abiertos, uno de ellos se subió a lo alto de una piedra a buscar cobertura y llamo a lo que a día de hoy suponemos que sería emergencias, mientras tanto nos metimos en la casa del dueño del ganado, luego vinieron todos a comer, nos dieron de comer y beber, se hicieron fotos con nosotros y nosotros con ellos, nos dieron lo mejor que tenían.
Horas más tarde, otra vez anocheciendo apareció en una furgoneta un señor trajeado y que hablaba inglés junto con un mecánico. El mecánico solo sirvió para certificar la defunción, el hombre de traje, decía ser el 2º político más importante de la “comunidad autónoma”, nos dijo que el camión le daba un poco igual pero que nuestra seguridad era una cuestión de estado (flipa) y que teníamos que acompañarle a una ciudad cercana para pasar la noche en un hotel calentitos y ya volveríamos.
Al día siguiente un Kamaz (Diesel) vino a remolcarnos unos 200km. hasta Oral otra vez, nos despedimos de la gente que nos acogió llevándoles una tarta y algunos regalos y partimos. Al llegar a la ciudad, el hombre se bajó del Kamaz y me pregunto por gestos que: “¿donde?”, y yo por gentos le conteste: “tu sabrás que yo soy de Málaga”. Aquello no le sentó muy bien, y me llevo al polígono, pregunto en varios talleres donde yo ya sabía que no se iban a hacer cargo de nosotros sencillamente porque no daban la altura para meter el cacharro y tras una rotonda a la altura de un cruce, la eslinga se soltó y de golpe pasamos de ser una cuestión de estado a ser lo que somos… unos guiris, el del camión no se dio la vuelta ni para cobrar y eran 100€.
Caminando mucho fui preguntando por talleres hasta que di con uno grande, un servicio Bosch, en el que dijeron que al día siguiente se harían cargo, en la misma calle había un hotel, así que solo faltaba que alguien remolcara el camión de donde estaba tirado al hotel y al día siguiente del hotel al taller. Entonces pensé en poner a prueba la bondad kazaja e hice una especie de autostop pero con la eslinga del camión en la mano, el primer coche que pasó fue un Lada Niva, me preguntó que donde, le indique el hotel y me llevó remolcado lo mejor que pudo el Lada Niva.
Este señor se llama Nurlan, y es una pasada de tío, un santo, al día siguiente vino a recogernos al hotel para llevarnos al taller, el servicio Bosch rápidamente se dio cuenta de que aquello no era tan range rover como yo le había dicho la noche anterior y no lo quisieron arreglar, pero atraves de ellos y de Nurlan le hicieron una especie de chantaje emocional a otro mecánico que accedió a remolcar el camión hasta su taller y repararlo en la puerta, porque dentro tampoco cabía.
Nurlan estuvo preocupado por nosotros todo el tiempo que estuvimos en Kazajistán era como nuestro manager, nos llevaba a comer nos enseñaba cosas, etc. Esto fue un sábado, nos comentó que una amiga suya era periodista en un periódico local y que si no nos importaba contarle la historia, accedimos, el domingo en el hotel nos hicieron unas fotos y una pequeña entrevista.
El lunes por la mañana, bajamos a desayunar, con nuestras caritas de lunes por la mañana y vemos como sin decir ni un “hola q tal” empiezan a montar cámaras alrededor de nuestra mesa, cámaras que nos apuntan a nosotros, llego la reportera, nos dijo que era para no se qué canal, que si no nos importaba contar la odisea… accedimos. Después vino Nurlan y nos llevó al taller. El taller estaba en una especie de polígono de mininaves a las afuera de la ciudad y muy poco frecuentado, menos ese día, nos estaban esperando un montón de furgonetas y de cámaras como si fuésemos estrellas del rock. Siguieron entrevistándonos a nosotros, a 25 bajocero!, entrevistaron a Nurlan, al mecánico… etc. Nosotros no pretendíamos la fama, pero era nuestra manera de agradecer el comportamiento que estaban teniendo con nosotros.
Ese mismo día, el mecánico abrió el transfer y saco un eje cuyo estriado estaba pasado, al parecer es una avería típica de las Borck Warner, en Oral no íbamos a encontrar repuestos en la vida, pero además tampoco había torneros por allí cerca, la solución mas factible era un tornero que trabajaba dentro de una fabrica de barcos Rusa que operaba en Kazajistan desde que aquello era la URSS, pero que no trabajaba para la calle, pero al ser nosotros una cuestión de estado lo mismo… A día siguiente fui a la fábrica a recoger el eje con el nuevo estriado, de allí salió un señor con el eje en una mano y un papel grande plegado bajo el brazo, me entregó ambas cosas le di las gracias como pude y abrí lo que yo pensaba que sería la factura, resulto ser un calendario, encima de que nos saca del apuro y nos arregla la pieza, nos regala un calendario y no nos quiso cobrar nada, no pudimos pagarle, ¿Son buena gente o no son buena gente los Rusos?.
Tras salir en la TV de todo Kazajistán ocurrieron muchas cosas atípicas para nosotros, una de ellas fue que el cónsul español que vive en Astana (3000km aprox. de donde estábamos) nos escribió un whatsapp pidiendo que le llamáramos porque no nos localizaba en nuestros teléfonos habituales, pudimos hablar con el y le contamos mas o menos como iban las reparaciones. Yo, que a veces no me reconoce ni mi padre, hablando con el cónsul.
También hubo un grupo de kazajos que se pusieron en contacto con Nurlan porque querían conocernos, entre ellos una pareja que hablaba Español, que para mí fue un rayo de luz ya que, ¿tú crees que si dominara el inglés iba a estar yo arreglando santanas viejos? ;P Ellos también fueron súper amistosos incluso nos hicieron una cena de despedida, nos hicieron regalos, y hasta tenemos un grupo de whatapp, aún no he dado con kazajo malo.
Y bueno, el camión se arregló el mecánico tampoco me quería cobrar, aunque a este si le pude meter unos cuantos euros en el bolsillo de la chaqueta, y salimos con el a dar una vuelta por la ciudad, todo el mundo nos conocía, nos saludaban, nos pitaban desde los coches, nos hacían fotos a escondidas, nosotros estábamos flipando, más famosos que Julio Iglesias.
Pero claro, yo soy un ciudadano de a pie, y tanta fama de repente me empezó a pasar factura y la última noche empecé a pensar en que si algún terrorista malo quisiera atentar contra algún europeo, ya sabía en qué hotel tenia a 2… de modo que después de cenar al volver al hotel empecé a preocuparme en ver si el guarda de seguridad tenia pinta de quedarse dormido, tracé un plan en el que saltando por el balcón se podía escapar de allí, atranque la puerta de la habitación… a todo esto Patri me miraba como pensando… valiente subnormal… pero a cosa así de las 6 de la mañana… Bum Bum Bum!!!, Bum Bum Bum!!!, nos dieron unos golpes en la puerta que tuvieron que despertar al hotel entero, el corazón casi se me sale del pecho “ya esta los yijadistas”, y pensé, antes de saltar por el balcón voy a preguntar quién es, y en bajito pregunte sin acercarme a la puerta -¿Quién es…? –Que soy Andrés, de Lorca!!!, que te acabo de ver por la TV y antes de que te fueras quería saludarte.
Casi me cago del miedo, retire le mueble que atrancaba la puerta y hable un poco con él, se hospedaba en el mismo hotel, llevaba unas semanas trabajando allí, estaba instalando unas máquinas que servían para lavar pieles o algo así me dijo, hay noches que aún me despierto sobresaltado pensando en Andresito.
Y nos fuimos de Kazajistán, ni que decir tiene que todo aquello eran fantasmas que se me metieron en la cabeza aquella noche, a lo largo de todo el viaje nunca hemos sentido miedo por nada ni por nadie, y tengo claro que volveré a Kazajistán y mas ahora tengo amigos a los q visitar allí
A la frontera Kazaja, llegamos aquel mismo día y pare al final de la cola, antes de parar el motor, se levanta de su silla un entusiasmado guardia y con gestos me dice que me ha visto por la TV. que le acompañe, me coge el pasaporte y los papeles, los sella y ya te puedes ir, avanzamos 100 metros, llegamos al lado Ruso, ya no nos conoce nadie, hasta metieron el camión en una gigantesca máquina de rayos X buscando algo, no se el que.
Por último, aquí están algunos de los enlaces a las TV Kazajas que lo emitieron
oraltv.kz/ru/news/society/prik...stane
www.ktk.kz/ru/news/video/2017/...75273
24.kz/ru/news/social/item/1589...nniki
newtimes.kz/eshche/regiony/ite...alske
bnews.kz/ru/news/ispanskie_put..._foto
informburo.kz/novosti/ispanski..._t=wh