Marruecos me recuerda siempre a la orografía española, en el norte frío y calor en el sur.
Es raro pillar tiempo bueno en Ifrane, hacía una rasca que pelaba.
Un bonito hotel donde coincidimos muchos españoles, incluso que venían en moto ( con la que caía :-[)
La famosa carretera de los monos (Azrou) se convierte en una pista de patinaje cuando llueve aunque los paisanos todavía no lo saben.
Vimos varios accidentes, éste intentó hacer sin mucho éxito 4x4.
Desde Boudnib se llega con comodidad por la pista Dakar al oasis de Saf saf, ver la tan esperada arena te anima para hacer la primera acampada con sabor a desierto.
Pero hay un problema que antes no había, han ampliado el perímetro de seguridad y al poco tiempo de organizar el campamento vinieron los militares advirtiendo de que no se puede acampar.
Por mucho que vea uno esta imagen no refleja la inmensidad del paisaje.
Cerca de Tafraoute encontramos la arena con unas pequeñas olitas, si no tomabas impulso a riesgo de que se te saliesen las lentillas, en las subidas te atascabas.
Sigue siendo recomendable visitar la Ciudad de Orión.